Y cogiendo tan solo la pluma se disparó mi imaginación. Cada letra en el papel, una vibración entintada desplomada en mi lienzo, encarcelada verso a verso. Pienso. No da tiempo a más. Tomo asiento, siento las neuróticas neuronas trabajando en mi mente. A veces se las oye susurrar. El tiempo se detiene. Una estrofa lo dice todo, o al menos, lo que tiene que decir, nunca miente. O solamente cuando necesita. Siente y padece, mi estrofa, larga y jugosa, en su tinta. Cae rendida en el blanco asfalto, dibujando una sonrisa, o una lágrima, y aveces con prisas se anima y canta, y baila. Grita, habla, pero nunca calla. Si no dice nada, no es una buena estrofa.
Versos y rimas.
Versos y rimas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario