-->

16 de abril de 2009

Peces Rojos.

Era metafísico. Como un plástico transparente alrededor de cada individuo. Un brillo encarnado. Casi como un atardecer otoñal, casi como unas luces discotequeras un sábado madrugada. Se movían velozmente, parecía que veías neones rojos en una sala blanca, fría y nevada. Los ojos eran increíblemente definidos, su iris era blanco. Absorbían la luz y desgarraban las paredes, como papel. Soñaban con escapar de esta habitación con rocas, plantas y suelo falsos. Volaban y flotaban. Te miraban, aterrados por tu tamaño, esperaban cualquier movimiento violento para escapar despavoridos. Eran casi humanos. Pero no hablaban. Solo miraban por todas partes, se miraban entre ellos. Parecía que jugaban. Pero tales seres son incapaces de saber qué es jugar. Se perseguían ciegamente en su claustrofóbica caja.



Peces Rojos.

No hay comentarios:

Flowers are growing all over my bones.

No pretendo en absoluto ser la más famosa de todo Blogger, no. Lo que intento es tener un rinconcito en la web para que amantes de la literatura y adictos al placer de escribir se tomen unos minutos para leer algún que otro relato, algún que otro párrafo y para opinar sobre mis minutos de tecleo nocturnos. La verdad, prefiero que os sinceréis conmigo criticando mis poligrafías de manera constructiva; -pues siempre se aprende más de lo que te han enseñado, reprochado y corregido-, que digáis 'está muy bien.' Por una vez, quiero que me juzguen por lo que escribo.