Es una puerta que se ha cerrado, dando lugar a la abertura de otra que te da más posibilidades. Pero esa puerta no me hacía ningún bien, era como la entrada a un mundo gélido dónde el bienestar estaba lejos, a la otra punta. Así que como cualquier persona, he decidido pasar página y hacer un nuevo capítulo, el capítulo de la Libertad, de la no-atadura a alguien, del desenamoramiento, del final de la dependencia, de la decadencia del Imperio al que estaba sometida, de la recuperación de la vista (pues el amor ciega) de la pasión por descubrir algo nuevo.
Algo que me llene, algo que no me cierre puerta alguna, que me haga sentir libre cual pájaro migrando hacia América; algo que no se aleje, pero que no me agobie, un punto intermedio.
Aunque después de todo, siempre es difícil encontrar a la persona que se adecue a tus gustos; tú, siempre con tus ideas claras de estatura, color de pelo, color de ojos, tez; y de repente llega uno, pero ese te captura como si fueras ya suyo, y eso, por mucho que no siga tus principios de hombre perfecto, te hipnotiza y caes en su trampa.
Así es, básicamente, el amor.
2 comentarios:
El tiempo pone todo en perspectiva y al final no es mas que un recuerdo que se suma a otros para formar un montoncito de polvo que se barre bajo la alfombra del pasado.
Saludos y buena ventura
Nunca crees que vas a poder olvidar a alguien, hasta que realmente lo olvidas. Y te das cuenta de que sus recuerdos ya no te hacen daño..
Y luego vuelve a aparecer otro, vuelve a capturarte, a enamorarte, y quizás también le olvidarás. O quizás no.
Increíble, me encanta :]
Un besito!
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