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12 de diciembre de 2009

La vida es preciosa.




Y despertar de un gran letargo esperando una magnífica eterna primavera, y ver terrorismo, violaciones, crímenes, vigilancia, obligaciones, leyes y lágrimas. No ver estrellas por la contaminación lumínica me aterra, y cada vez más. Ya han dejado de vigilarnos, pues hemos creado semejante caos en nuestro amado planeta, que ya duele verlo. Duele ver a críos de a penas siete años fabricar para la gran multinacional Nike en China, duele ver a sodomizadores salir de la cárcel para volver a su trabajo una y otra vez. Duele ver como quema el suelo en verano, y como nieva en febrero sin más. Duele ver en las revistas una belleza tan artificial que parece de los cielos. Duele ver a mujeres con heridas por todo el cuerpo llorar a cada minuto, recordando como amaba a aquel hombre perfecto que ya no existe. Duele ver como el mundo se va a la mierda, y cae, y cae, y se hace daño, y poco a poco está muriendo.

4 comentarios:

Maggie Holland dijo...

Duele mucho ver como el mundo -nuestro mundo- se va a la mierda y no podemos -o no hacemos- nada para impedirlo.

Cada letra más significativa que la anterior. Me ha gustado -y mucho- todo lo que has escrito y has transmitido.

Un beso enorme :)

Anónimo dijo...

Hola Sarah!! el mundo degenera y la mayoria no hacemos nada por detenerlo solo nos interesa nuesro bienestar y nada mas.. un saludo

Dara dijo...

Y sin embargo, nadie quiere morirse.


miau
con
botas
rojas

Claudia Hale. dijo...

Es una pena que algo que podría ser tan bonito se vaya a la mierda cada vez más y más.
Me encanta, de verdad.

PD: Tienes un regalito en mi blog :)

Flowers are growing all over my bones.

No pretendo en absoluto ser la más famosa de todo Blogger, no. Lo que intento es tener un rinconcito en la web para que amantes de la literatura y adictos al placer de escribir se tomen unos minutos para leer algún que otro relato, algún que otro párrafo y para opinar sobre mis minutos de tecleo nocturnos. La verdad, prefiero que os sinceréis conmigo criticando mis poligrafías de manera constructiva; -pues siempre se aprende más de lo que te han enseñado, reprochado y corregido-, que digáis 'está muy bien.' Por una vez, quiero que me juzguen por lo que escribo.